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Vino Tinto Cabernet Sauvignon Tabernero 13,5° 75cl
Variedad originaria de Burdeos,...
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La Sal de Maras, también conocida como Sal rosada del Perú, Sal andina o Sal de los Incas, es una sal 100 % natural, rica en minerales, recolectada en las antiguas fuentes andinas de Maras, en el Valle Sagrado de los Incas, cerca de Cusco, Perú. A más de 3000 metros de altitud y a unos 400 km del mar, esta sal excepcional proviene de una fuente ...
La Sal de Maras, también conocida como Sal rosada del Perú, Sal andina o Sal de los Incas, es una sal 100 % natural, rica en minerales, recolectada en las antiguas fuentes andinas de Maras, en el Valle Sagrado de los Incas, cerca de Cusco, Perú. A más de 3000 metros de altitud y a unos 400 km del mar, esta sal excepcional proviene de una fuente de agua salina subterránea que asciende a la superficie de las montañas peruanas y se vierte en miles de estanques en terrazas. Este proceso, que tiene más de 600 años, captura la pureza del agua salina, libre de contaminantes, ofreciendo una sal con un sabor místico y llena de tradición.
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Una vez que el agua se evapora al sol, los cristales de Sal de Maras, de reflejos rosados, son recolectados a mano por las comunidades locales, perpetuando un método artesanal y respetuoso con el medio ambiente. Esta producción de sal de manantial refleja la belleza intacta de los Andes y el saber hacer ancestral de los habitantes de Maras.
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La Sal de Maras es particularmente apreciada en la gastronomía mundial y recomendada por grandes chefs peruanos por su sabor suave y complejo, que realza los platos sin ocultar sus sabores. Su riqueza en minerales, como el calcio, el hierro, el magnesio y el zinc, le confiere cualidades nutricionales únicas, convirtiendo a esta sal en una opción muy valorada en la alta cocina.
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Además de su sabor y sus beneficios para la salud, la Sal de Maras es valorada por su significado cultural y su herencia inca. Recolectada según prácticas milenarias transmitidas de generación en generación, la Sal rosada de Maras continúa cautivando por su belleza y autenticidad, reflejando el patrimonio vivo de las montañas peruanas.
